Cuando cae la noche entre mis brazos
y siento sobre mi un grito de estrellas
me olvido de conflictos y querellas
y solo hilo mi propia red de lazos.
Al acunar mi sueño en tus abrazos
y añorar contigo a todas aquellas
que surcaron mi cielo cual centellas
no soy más que un niñito hecho pedazos.
Cuando el día me acoge dolorido
me afano en recoger todos mis cachos
y busco con denuedo mis jirones
tratando de dejar en el olvido
aquellos días en que los muchachos
jugábamos a rompecorazones.
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