no se rindió
siguió con su batalla
buscando el sol
en la cuneta
descansa la memoria
bajo la tierra
una palabra
llevada por el viento
y hecha recuerdo
cielo plomizo
cargado de granizo
agua y ozono
que oscura noche
sin farola que alumbre
la luna ausente
viene el calor
sorprende al campo verde
y lo reseca
desde la tierra
profunda oscura y fría
surge un lamento
cubren las tejas
miserias y bondades
de los hogares
peinado de oro,
vestido de madera
pasea el santo
la tapia al fondo
y el río más atrás
sobre el paisaje
verdea sola
la higuera que cuidabas
sin encontrarte
ya no hay ventanas
para asomarse en ellas.
ni chica, ni ayer
ante el espejo
con los ojos cerrados
sueño contigo
calienta el sol
camino de un verano
aún lejano
navegante agua
otrora navegada
y ahora nube
no pudo ser,
por más que lo intentó
venció la muerte