pasan los días
camino de las noches
sin despertarse
mi corazón
se amputó al no poder
descongerlalo
crece el orgullo
a golpe de silencios
introvertidos
nieve de chopos
cubriendo de algodones
hierbas y aceras
habita un pájaro
cerca de donde duermo
sin conocernos
el suelo asciende
hacia el azul celeste
hecho vapor
no son las formas
las que más te incomodan
son lo que dicen
el polvo inunda
con su manto lechoso
el universo
el sol engaña
lucen más que calientan
sus tristes rayos
el trigo evoca
con sus propios colores
un mar lejano
madera muerta
maltratada con mimo
por ebanistas
las mangas cortas
quedan en el armario
estupefactas
sueños de vida
asoman por las venas
del decapitado
las nubes trazan
sobre el azul del cielo
cuadros parduscos
Creciente ausencia
de esos abrazos no dados
pero soñados.
el tedio mancha
de osucuro cuanto toca
y lo desluce
cigueña muda
mira perpleja al sur
lleno de nubes
Mueren las flores
en este mayo helado.
Nacieron pronto
que lejos quedan
los mundos recordados
pero añorados
la isla navega
llevando en sus entrañas
nuestras miserias
los versos quedan
como unos garabatos
mirando el mar
la luna muda
la tempestad ausente
en tierno espejo