2010/12/22

Feliz 2011

Muere un año cada año y renace sin descanso.
No es el mismo, es otro, y sin embargo
tan próximo, tan conocido, tan cercano
que acaba uno pensando que el tiempo no ha pasado.

Las piedras y los montes no han cambiado
y solo las obras de los hombres y sus manos
producen mutaciones y generan cambios.

Nace el año como un niño inmaculadamente blanco,
un libro sin escribir, un desierto y vacío diario
plagado de ilusiones, promesas y regalos.

Avanza y crece y sale de su letargo,
verdea y florece y se hace luminoso y sabio
hasta que dan sus frutos nuestros trabajos

Se llenan de cosechas los tablados
y el sol calienta, y sudan los campos
mientras corren las nubes sobre los tejados.

Pero llega el otoño, y de aquel pasado lejano
quedan las ramas desnudas del castaño
y lucen las tierras su cuerpo descarnado

Cubren las nieves las sienes y los prados
y el día retrocede pr la noche derrotado
mientras surca el cielo un viento helado.

Se acerca entonces la muerte y el fin deseado
en un querer renacer sobre lo ya terminado
queriendo volver a empezar lo nunca iniciado.

Pasa el tiempo sin descanso
y parece que sólo lo notamos
cuando nace y muere un año.

si quieres ver el vídeo que ilustra el texto aquí tienes un enlace

soneto

Cuando se asome el sol tras las montañas
arderán en los viejos calendarios
las hojas, los recuerdos y los diarios
rencores que nos hacen alimañas.

Cuando las hojas cubran las castañas
poblarán los olvidos sus armarios
entonando esos cantos tabernarios
que ofuscan la memoria con patrañas.

La tierra que pisamos seguirá
poblada de hielos, árboles y acebo
celosa del verano que vendrá.

El día dejará de ser mancebo
la noche acongojada escapará
y el año irá camino de su erebo.